Volver a la rutina. Estas cuatro palabras, aparentemente inofensivas, suelen producir un ligero malestar a todo aquel que las dice o escucha. De hecho, normalmente se suelen articular en un tono apesadumbrado, casi alargando las palabras. Pero, ¿y si volver a la rutina no fuera tan malo? ¿Y si aprovechásemos la vuelta para reconstruir esta rutina de forma que fuera agradable? Si te animas a intentarlo, te invito a seguir leyendo. Porque ahí van nuestros consejos para que esta vuelta sea no sólo menos pesada, sino incluso agradable. Tener un objetivo siempre ayuda Aprovecha la vuelta para plantear objetivos personales. Todos tenemos cosas que queremos mejorar, ahora...